Te voy a mostrar el poder del entretenimiento y cómo la gente prefiere el aplauso antes que ganar dinero.

MrBeast, el youtuber más rico del mundo, ha montado un concurso al estilo El Juego del Calamar (lo puedes ver en Prime).

Prepárate...

La prueba del millón

Hay 4 equipos gigantes.

Cada equipo elige a su representante imposible de sobornar.

Suben a una torre, cada uno frente a un botón, y detrás de ellos, una pantalla con un contador de dinero que empieza en 0… y sube sin freno.

MrBeast gritando detrás:

20 mil… 90 mil… 100 mil… 200 mil… medio millón… 900 mil...

Hasta que el contador llega a 1 MILLÓN de dólares.

Y entonces, la oferta:

Si uno de los cuatro pulsa el botón, se lleva ese millón de dólares al instante y además, continúa jugando. Lo único malo: su equipo completo queda eliminado.

Solo eso. Un millón en la mano y seguir en el juego… a cambio de decir adiós a casi 100 desconocidos que en realidad no es tu equipo, si no tu competencia.

Sí, desconocidos.

Y, aun así… ni uno apretó el botón.

La gente estúpida prefiere el aplauso que ganar dinero.

Por 2 motivos:

• Ego: aprobación de los demás, sentirse parte de un grupo.
• Miedo: miedo a la libertad.

Cada uno se puso en modo héroe, soltando discursos de película barata sobre el compañerismo, el honor y la unidad del grupo.

Buenismo puro y duro.

Que si el equipo es lo primero, que si no traicionaré a los míos, que si el dinero no lo es todo…

Puro postureo.

¿Y tu familia, la de verdad, esa que está viéndolo desde casa?

Y aquí viene lo bueno...

En la siguiente prueba, los equipos se redujeron a tríos. Y en cada trío… uno tenía que ser eliminado por consenso en una habitación.

Adivina qué pasó.

Uno de esos cuatro héroes que rechazaron el millón para no traicionar a su equipo… fue eliminado sin pestañear por sus propios compañeros.

Sin un millón.

Sin su equipo.

Sin seguir en la competencia.

Mismo destino, pero sin un puto dólar en el bolsillo.

La gran lección

Esto pasa todo el tiempo en la vida real.

Gente que dice que quiere ganar más, facturar más, hacer crecer su negocio. Pero cuando tienen la oportunidad real… se paralizan.

• Miedo al qué dirán.
• Miedo a parecer "el malo".
• Miedo a vender y que les critiquen.

Prefieren los aplausos baratos a la cuenta bancaria llena.

Y lo peor es que la realidad es implacable.

Cuando no aprietas el botón para salvar tu culo y el de tu familia… te lo acaban apretando otros a ti sin pensárselo dos veces.

Si de verdad quieres seguridad financiera y libertad, antes de nada, tienes que atreverte a apretar el jodido botón.

Porque nadie lo va a hacer por ti.